J. A. G. Los especialistas en limnología hacen hincapié en la necesidad "de estudiar, hacer un diagnóstico y sacar conclusiones realmente científicas" sobre el Lago de Sanabria.
El Lago de Sanabria "siempre ha estado sometido a oscilaciones y cambios", y es una transformación que reflejan los propios microorganismos, los fósiles y los componentes de los restos dejados por las especies a lo largo de su larga historia. Es una de las afirmaciones realizadas ayer por la zamorana Margarita Jambrina-Enríquez en la sala de Exposiciones del Paraninfo de la Universidad de Cantabria, donde se dedicó una sesión especial al "Estado ecológico del Lago de Sanabria: Una visión científica".
El Congreso, organizado por la Asociación Ibérica de Limnología (AIL), que agrupa a unos 480 asociados, reunió a cientos de especialistas. También asistieron el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero José Valín, y el director de Espacios Naturales de Zamora Jesús Palacios. El foro, que satisfizo a todos los presentes por el rigor científico dado al encuentro, dejó patente, no obstante, las discrepancias entre unos y otros investigadores, tanto en las metodología aplicada como en los análisis.
Jambrina-Enríquez está llevando a cabo un estudio sobre la antigüedad del Lago, y ayer expuso durante su intervención el cambiante estado que ofrece, a lo largo de la historia, este escenario fluvial y turístico por excelencia de Zamora. Es una transformación que tienen clara los estudiosos de la paleolimnología, que hablan de las incidencias que registran los lagos.
Agustín Monteoliva, por su parte, centró su ponencia en la concentración del fósforo en el agua y en el suelo de la cuenca, que es un elemento importante para los nutrientes y la proliferación de algas. Al respecto se expuso la importancia de los vertidos "procedentes de los excrementos de los ganados", y también se hizo referencia a la aportación derivada a consecuencia del abrasador incendio que arrasó buena parte del Parque Natural en el año 2005.
También expuso sus análisis el coordinador del informe que ha dado pie a la gran polémica del año, Antonio Guillén, que advirtió de las transformaciones derivadas de los vertidos residuales, y disertó sobre las posibilidades de recuperación del Lago.
El responsable de los análisis limnológicos de la Junta de Castilla y León, José Carlos Vega, igualmente expuso los datos extraídos de sus estudios en el Lago, referidos al estado de la calidad de las aguas.
Fuentes asistentes al Congreso expresaron que existe "un cierto escepticismo" sobre los datos aportados por los especialistas que han dado a la Estación Biológica de Europarques un notable protagonismo durante los últimos meses.
El responsable de Europarques, David Salvador, también resaltó "el rigor y la seriedad" del foro, "que ha dado la oportunidad de exponer científicamente el problema". Señaló que "es bueno reconocer que hay un cambio en el ecosistema, que nosotros llamamos ruptura del equilibrio". Manifestó que de las seis ponencias únicamente la Estación Biológica de Europarques permitió preguntas. Incluso defendió "la independencia de los científicos de aquellos que, con empresas de control, se avienen a las tesis de los gobiernos porque lo que persiguen es hacerse con los contratos millonarios de la Administración". Para Salvador "es importante los debates que se dan en los pasillos".
Hubo un reconocimiento general por la seriedad del congreso. La Asociación Ibérica de Limnología promovió el foro, abriéndolo "a los distintos grupos de investigación que trabajan en las características ecológicas del Lago para que ello redunde en su mejor conservación".