La Junta despliega un operativo contra incendios autonómico integrado por más de 4.100 profesionales y 174 cuadrillas
16.06.2014 | 13:52
ICAL Aliste y Sanabria son las dos zonas de la provincia que presentan un riesgo muy alto de sufrir incendios, según los últimos datos de la Junta de Castilla y León. El operativo que se pondrá en marcha este verano dispondrá de más de 4.100 profesionales, 20 medios aéreos de la Junta, las dotaciones del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Magrama,174 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 196 autobombas, 20 retenes de maquinaria pesada y 196 puestos y cámaras de vigilancia. Este despliegue fue presentado hoy en el Centro de Defensa contra el Fuego de Castilla y León (CDF) con sede en la capital leonesa, en presencia de los nueve delegados territoriales de la Junta.
"Ponemos todos los medios a nuestro alcance para sofocar los incendios pero evitarlos es una labor de todos", subrayó el consejero de Medio Ambiente, Antonio Silván, después de insistir en la importancia que tiene una actitud responsable de los ciudadanos y también que se delate a quienes provocan los fuegos. En este sentido, el consejero recalcó su deseo de que todos los incendiarios tuviesen que rendir cuentas ante la Justicia, cosa que no ocurre a pesar de que se investiga cada incendio. Más del 90 por ciento de los incendios forestales, recordó, son evitables y solamente alrededor del siete por ciento tienen su origen en causas naturales.
Del total, detalló, más del 50 por ciento son provocados por "alguien que de forma vil y deliberada, con una mano asesina, prende los montes", poniendo en peligro a personas y bienes. Denunciar al que lo hace, insistió, es el mejor complemento "a un extraordinario dispositivo diseñado para dar una respuesta rápida y eficaz". En ese mismo aspecto incidió el subdelegado del Gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que precedió a Silván en el uso de la palabra y que insistió en que el medio natural "es una herencia de todos" al tiempo que hizo un llamamiento a la ciudadanía para colaborar con los Cuerpos de Seguridad informando de quién ha provocado un fuego y recordó que no es necesario identificarse para hacer ese tipo de denuncias.
El dispositivo cuyos detalles dio hoy a conocer el consejero se establece para la considerada como época de peligro alto, que en principio de extenderá desde el 1 de julio al 30 de septiembre -en breve se publicará en el Boletín Oficial de Castilla y León- y además de trabajar en coordinación con los efectivos que aporta el Estado -entre ellos, la labor de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias, UME- la colaboración se extiende a otras administraciones, a otras comunidades y a Portugal, país con el que en los últimos años se han llevado a cabo medio millar de intervenciones conjuntas.
Por tierra y aire
El operativo de la Junta incluye 4.102 profesionales, entre ingenieros, agentes medioambientales y forestales, celadores, vigilantes, dotación de autobombas, personal de las cuadrillas helitransportadas, de las de tratamientos selvícolas, tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria. Además, la Administración autonómica dispone de 20 helicópteros, 174 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 196 autobombas, 20 retenes de maquinaria pesada y 196 puestos y cámaras de vigilancia. Dentro de ese dispositivo, la Junta destaca la coordinación entre los diez centros de mando existentes (uno en cada provincia y el Centro Autonómico) y la Agencia de Protección Civil, además del trabajo conjunto de las delegaciones territoriales con la Dirección General de Medio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente subrayó que las tareas de prevención de incendios mediante la mejora y ordenación de la superficie forestal y la limpieza de montes y desbroces se llevan a cabo durante todo el año. Castilla y León, cabe recordar, cuenta con una red de cortafuegos de más de 19.000 kilómetros, bases aéreas y una extensa red de puntos de agua.
En lo que se refiere a sensibilización y concienciación ciudadana, la Junta considera esencial trasladar el valor de los montes, las pérdidas que suponen los incendios forestales y la necesidad de prevenirlos. También incide en las consecuencias legales de carácter medioambiental, las responsabilidades por daños y perjuicios y los gastos de extinción. En el ámbito agroambiental, se establece la suspensión durante cinco años de los aprovechamientos ganaderos o cinegéticos de los montes incendiados y la reducción o anulación de los pagos directos para quemas incontroladas o no autorizadas. Respecto a la responsabilidades civiles, cabe recordar el pago de los gastos de extinción y de los daños y perjuicios y en la responsabilidad administrativa, la sanción cubre los gastos de extinción y los daños y perjuicios. Por la vía penal, la responsabilidad puede suponer de seis meses a 20 años de cárcel, multa,y gastos de extinción, daños y perjuicios.
Medios tecnológicos
La Junta recuerda que lleva a cabo un esfuerzo en la mejora de los medios tecnológicos del operativo contra incendios. En este sentido, destaca el programa de simulación meteorológica que permite realizar estudios sobre la previsión y evolución del tiempo y simulaciones del comportamiento de los incendios, el programa de seguimiento de incendios forestales (Sinfo) que facilita la gestión y conocimiento en tiempo real de la situación de incendios y de los medios, los sistemas de localización geográfica (GPS) y los dispositivos que mejoran la perimetración de los incendios con el envío de la superficie y el trazado en tiempo real a los centros de mando. Todo ello, conectado en tiempo real con el servicio de emergencias 112 y las cámaras de vigilancia.
Menos incendios que en 2013
Los datos ofrecidos por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente reflejan que hasta el pasado 31 de mayo se registraron en la Comnunidad un total de 544 incendios, lo que supone una reducción de un 32 por ciento respecto al año 2013. De ellos, el 66 por ciento fueron conatos -de menos de una hectárea de superficie-. El número total de hectáreas quemadas asciende a 1.525, con una bajada de un 78 por ciento con respecto al último decenio. Del total, 195 hectáreas son arboladas, lo que representa una reducción de un 78 por ciento respecto al último decenio. Como es habitual, Ávila, León y Zamora concentraron la mayor parte de los incendios.