El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, encargado de inaugurar el acto, ha reiterado que todos los estudios de los que disponen indican un “buen estado” de las aguas, pero que no quieren hacer “oídos sordos” a las discrepancias y de ahí la razón de esta jornada, que es “ejemplo de transparencia”. El [...]
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, encargado de inaugurar el acto, ha reiterado que todos los estudios de los que disponen indican un “buen estado” de las aguas, pero que no quieren hacer “oídos sordos” a las discrepancias y de ahí la razón de esta jornada, que es “ejemplo de transparencia”.
El primero en tomar la palabra ha sido el biólogo Miguel Alonso, colaborador científico del Departamento de Ecología de la Universidad de Barcelona, para explicar que tras el análisis de los datos de la Junta de Castilla y León, que hace un seguimiento mensual desde hace 28 años, “no existen cambios significativos” en todo el período de tiempo citado.
La situación del lago, ha asegurado, sigue siendo oligotrófica, es decir que hay poca vida, con bajos nutrientes, lo que se traduce en baja producción de algas.
Estas afirmaciones han sido refutadas por el biólogo Antonio Guillén, de la Estación Biológica Internacional (EBI), una entidad que tiene una vertiente eco-turística y otra de investigación y conservación, que se financia con recursos privados.
Guillén ha aseverado que desde hace 12 meses las aguas del lago son verdes y turbias, que se hace difícil apreciar el fondo y que han empezado a desarrollarse masas de algas que no había antes, como la Tabellaria Fenestrata, que “ha colonizado” el fitoplacton .
También ha denunciado que hoy llegan al lago cinco puntos de vertidos directos de aguas fecales y residuales, puntos a los que la Confederación Hidrográfica, ha dicho, “llama curiosamente” estaciones depuradoras, que ha señalado funcionan deficientemente.
El biólogo de la EBI ha concluido que en los estudios aportados por la Administración se están usando indicadores que no son válidos, y que no se aplican correctamente los valores.
Su conclusión es que no se observan grandes variaciones en el estado trófico, es decir en la cantidad de biomasa (organismos, algas…).EFELa directora del programa de medio ambiente hídrico del Centro de Estudio Hidrográfico (CEDEX), Caridad del Hoyo ha aludido al estudio realizado por este centro en 2013 para evaluar el estado trófico y ecológico de las aguas de esta masa de agua de 348 hectáreas y 51 metros de profundidad, que data de hace 10.000 años y que forma parte de la Red Natura 2000.
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